Las croquetas dejan la puerta abierta a cualquier combinación de sabores por eso es que hay tantos tipos de croquetas con ingredientes tan variados: las clásicas de jamón, pollo con huevo, gambas, aunque también hay combinaciones más arriesgadas que incluyen puerros, boletus, compango de potajes, etc... aquí os dejo una prueba que hice ayer y que me gustó mucho, a ver si os gusta a vosotros también: croquetas de beicon y cebolla caramelizada.
Ingredientes:
70 ml de aceite de oliva
120 gr de harina
1 L de leche
6 lonchas de beicon
1 cebolla
sal
pimienta blanca molida
nuez moscada rallada
Elaboración:
1- Ponemos el aceite en una cacerola y doramos el beicon picado fino, añadimos la harina y rehogamos bien.
2- Vamos añadiendo la leche poco a poco, removiendo para que se integre bien en la masa, que irá haciéndose más fina a medida que añadimos la leche (no deben preocuparnos los grumos que puedan salir ya que éstos irán desapareciendo a medida que removemos).
3- Cuando la masa esté bien fina y hayamos integrado toda la leche es la hora de añadir la cebolla caramelizada escurrida (picada fina y pochada en aceite hasta que esté bien dorada). Salar y añadir la pimienta y la nuez moscada al gusto.
4- Volcar en molde untado con mantequilla y tapar con film pegado a la superficie de la bechamel para que no se forme costra. Enfriar en cámara.
5- Desmoldar y formar las croquetas de la forma que prefiramos y pasar por harina, huevo y pan rallado, por éste orden.
6- Freír en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas y crujientes.
7- El resultado son unas deliciosas croquetas con el toque ahumado del beicon y el dulzor de la cebolla. Una combinación perfecta, os animáis?
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